viernes, 30 de noviembre de 2018

SISTEMA URINARIO

DEFINICIÓN DEL SISTEMA URINARIO

 El sistema urinario es el conjunto de órganos que participan en la formación y evacuación de la orina. Está constituido por dos riñones, órganos densos productores de la orina, de los que surgen sendas pelvis renales como un ancho conducto excretor que al estrecharse se denomina uréter, a través de ambos uréteres la orina alcanza la vejiga urinaria donde se acumula, finalmente a través de un único conducto, la uretra, la orina se dirige hacia el meato urinario y el exterior del cuerpo. Los riñones filtran la sangre y producen la orina, que varia en cantidad y composición, para mantener el medio interno constante en composición y volumen, es decir para mantener la homeostasis sanguínea. Concretamente, los riñones regulan el volumen de agua, la concentración iónica y la acidez (equilibrio ácido base y pH) de la sangre y fluidos corporales, además regulan la presión arterial, eliminan residuos hidrosolubles del cuerpo, producen hormonas y participan en el mantenimiento de la glucemia, en los estados de ayuno.

 LOS RIÑONES SITUACIÓN Y PRINCIPALES RELACIONES ANATÓMICAS

 Los riñones están situados en el abdomen a ambos lados de la región dorsolumbar de la columna vertebral, aproximadamente entre la 12ª vértebra dorsal y la 3ª vértebra lumbar, situándose el derecho en un plano inferior al izquierdo, debido a la presencia del hígado. La cara posterior de cada riñón se apoya en la pared abdominal posterior formada por los músculos posas mayor, cuadrado de los lomos y transverso del abdomen de cada lado, su cara anterior está recubierta por el peritoneo, de ahí que se consideren órganos retroperitoneales. A través de la membrana peritoneal, los riñones se relacionan con los órganos intraabdominales vecinos. El riñón derecho se relaciona con la vena cava inferior, la segunda porción del duodeno, el hígado y el ángulo hepático del colon, con los dos últimos a través del peritoneo. El riñón izquierdo se relaciona con la arteria aorta abdominal, el estómago, el páncreas, el ángulo esplénico del colon y el bazo. El polo superior de cada riñón está cubierto por la glándula suprarrenal correspondiente, que queda inmersa en la cápsula adiposa.

INERVACIÓN E IRRIGACIÓN 

La inervación de ambos riñones corre a cargo de los nervios renales que se originan en el ganglio celíaco, estructura nerviosa del sistema nervioso autónomo simpático situada sobre la arteria aorta abdominal, a ambos lados del tronco arterial celíaco, justo por debajo del diafragma. Los nervios renales forman el plexo renal que penetra en los riñones acompañando a las arterias renales, la mayoría son vasomotores (inervan vasos sanguíneos), de manera que regulan el flujo sanguíneo renal.
La irrigación de los riñones es muy abundante en relación a su peso y se debe a la función de depuración sanguínea que éstos realizan; las arterias renales derecha e izquierda son ramas de la arteria aorta abdominal, de la cual se originan a nivel de la primera vértebra lumbar, al penetrar por el hilio renal forman parte del pedículo renal (ver hilio renal). Ambas arterias aseguran un aporte de sangre de unos 1200 ml por minuto, en reposo, volumen que representa entre un 20 y 25 % del gasto cardíaco en reposo. El retorno venoso de los riñones se produce a través de las venas renales derecha e izquierda que drenan a la vena cava inferior.

MORFOLOGIA EXTERNA

 Los riñones son de color rojizo, tienen forma de habichuela, en el adulto pesan entre 130 g y 150 g cada uno y miden unos 11cm. (de largo) x 7cm. (de ancho) x 3cm. (de espesor). En cada riñón se distingue un polo superior y uno inferior; dos caras, la anterior y la posterior; dos bordes, el externo o lateral convexo y el medial o interno cóncavo que presenta en su porción central el hilio renal, éste es una ranura por donde entran y salen nervios, vasos linfáticos, vasos arteriovenosos y la pelvis renal, estos últimos constituyen el pedículo renal que se dispone de la siguiente forma, de delante a atrás: vena renal, arteria renal y pelvis renal. Envolviendo íntimamente al parénquima renal se encuentra primero la cápsula fibrosa, por fuera de ésta se encuentra la cápsula adiposa y aún más externamente se sitúa la aponeurosis renal.

 MORFOLOGIA INTERNA: SENO, PARÉNQUIMA RENAL (CORTEZA Y MÉDULA) Y VASCULARIZACIÓN 

En un corte frontal del riñón observamos dos elementos bien diferenciados: una cavidad llamada seno renal, cuyo orificio es el hilio renal y el tejido llamado parénquima renal, que a su vez presenta dos zonas de distinto aspecto y coloración: la corteza renal lisa y rojiza, en la periferia y la médula renal de color marrón, situada entre la corteza y el seno renal. El seno renal es la cavidad del riñón que se forma a continuación del hilio renal, contiene las arterias y venas renales segmentarias e interlobulares, los ramos nerviosos principales del plexo renal y las vías urinarias intrarrenales (ver vías urinarias): los cálices renales menores y mayores y la pelvis renal, todos ellos rodeados de tejido graso que contribuye a inmovilizar dichas estructuras. El parénquima renal es la parte del riñón que asegura sus funciones, está constituido por las nefronas, cada una con una porción en la corteza y otra en la medula renal. La corteza renal es la zona del parénquima situada inmediatamente por debajo de la cápsula fibrosa, tiene un aspecto liso, rojizo y un espesor aproximado de 1cm., se prolonga entre las pirámides formando las columnas de Bertin. En la corteza y las columnas se disponen los corpúsculos renales y los conductos contorneados de las nefronas (ver las nefronas), además de los vasos sanguíneos más finos. La médula renal es de color marrón y textura estriada, consta de 8 a 18 estructuras cónicas, las llamadas pirámides renales o de Malpighi, cuyos vértices, dirigidos hacia el seno renal, se denominan papilas. 4 En las pirámides se sitúan las asas de Henle, los conductos colectores y los conductos papilares, todos ellos conductos microscópicos que forman parte de las nefronas. Dentro de cada riñón, la arteria renal sufre sucesivas divisiones, dando ramas de calibre cada vez menor. La denominación de cada subdivisión arterial es como sigue: de la arteria renal nacen, a nivel del seno renal, las arterias segmentarias; éstas, a nivel de las columnas renales, se ramifican en arterias interlobulares; de éstas se forman las arterias arciformes que rodean las pirámides renales entre la corteza y la médula, a su vez, a nivel de la corteza renal, las arciformes se ramifican en arterias interlobulillares, que emiten las arteriolas aferentes y éstas, los capilares glomerulares o glomérulo en íntimo contacto con la cápsula de Bowman de las nefronas. A diferencia de otros órganos, aquí los capilares glomerulares no confluyen en una vénula, sino que dan lugar a la arteriola eferente de la cual se origina la segunda red capilar renal, los llamados capilares peritubulares, además de algunos capilares largos en forma de asa que acompañan las asas de Henle de las nefronas y que reciben el nombre de vasos rectos; a partir de aquí y siguiendo un recorrido paralelo pero inverso los capilares venosos, vénulas i venas de calibre creciente drenan la sangre a la vena renal que sale por el hilio renal.

 LAS NEFRONAS: CORPÚSCULOS, TÚBULOS Y APARATO YUXTAGLOMERULAR

Al observar microscópicamente el parénquima renal, se constata que cada riñón está constituido por más de 1 millón de elementos tubulares plegados y ordenados, sustentados por tejido conjuntivo muy vascularizado, que denominamos nefronas. En función de la posición en el parénquima se distinguen las nefronas corticales (80% aprox.) con el corpúsculo situado en la zona más externa de la corteza y el segmento tubular denominado asa de Henle que penetra a penas en la zona superficial de la pirámide medular y las nefronas yuxtamedulares (20%) que tienen el corpúsculo situado en la zona de la corteza próxima a la médula y el asa de Henle larga que penetra profundamente en la pirámide medular. Cada nefrona consta del corpúsculo renal y del túbulo renal. El corpúsculo renal está constituido por los capilares glomerulares alojados en una cápsula esférica llamada la cápsula de Bowman. Podemos imaginar la cápsula como un globo parcialmente desinflado en el que se hunde el glomérulo como un puño, de manera que los capilares glomerulares quedan rodeados por una doble pared de la cápsula de Bowman, la pared visceral, en íntimo contacto con la pared de los capilares, que forman la membrana de filtración y por fuera la pared parietal, entre las dos capas está el espacio capsular que se continua sin interrupción con la luz del túbulo renal. La arteriola Aferente que precede al glomérulo y la Eferente que le sigue, se sitúan ambas al mismo nivel y constituyen el polo vascular del corpúsculo, opuesto a éste se encuentra el polo urinario con el inicio del túbulo renal. En el corpúsculo sucede la filtración del plasma sanguíneo y la formación del filtrado glomerular El túbulo renal nace a continuación de la cápsula de Bowman, presenta cuatro segmentos con características histológicas, funcionales y topográficas distintas, rodeados por la red capilar peritubular (ver riñón: Morfología interna: seno, parénquima renal (corteza y médula) y vascularización), su función es la de 5 concentrar el filtrado hasta conseguir una orina definitiva ajustada a las necesidades homeostáticas de la sangre. (1) El túbulo contorneado proximal es un tubo sinuoso de 13 mm de longitud aprox., se dispone a continuación del corpúsculo renal, consta de un epitelio cuboide simple, cuyas células poseen un borde en cepillo de microvellosidades que aumenta su capacidad de absorción. Su función principal es la de reabsorber el 80% aprox. del filtrado glomerular. (2) El asa de Henle está constituida por dos ramas en forma de horquilla: la rama descendente que parte a continuación del tubo contorneado proximal y se introduce en la pirámide medular a más o menos profundidad, dependiendo de si se trata de una nefrona cortical o yuxtamedular y la rama ascendente, a continuación, que retorna hacia la corteza renal. En la porción ascendente del asa de Henle de las nefronas yuxtamedulares, se distingue el segmento delgado seguido del segmento grueso, este último presenta un epitelio cuboide simple, a diferencia del resto del asa que se caracteriza por un epitelio escamoso simple. Estas asas largas crean un gradiente de concentración de sodio en el intersticio de la médula renal (mayor concentración salina cuanto más cerca de la papila) que hace posible la formación de escasa orina concentrada cuando el cuerpo necesita ahorrar agua. (3) El túbulo contorneado distal es de epitelio cuboide simple con algunas células principales poseedoras de receptores para las hormonas antidiurética y aldosterona. Este segmento sigue la rama ascendente del asa de Henle y en su porción inicial se sitúa entre las arteriolas aferente i eferente, la confluencia de estas tres estructuras forma el denominado aparato yuxtaglomerular que presenta células muy especializadas reguladoras de la tasa de filtración glomerular (4) El túbulo o conducto colector, Es un tubo rectilíneo que se forma por confluencia de los túbulos contorneados distales de varias nefronas, a su vez, varios túbulos colectores confluyen en un conducto papilar que junto con otros similares drena en un cáliz menor. Estos conductos, se prolongan desde la corteza hasta la papila renal, atravesando en altura toda la pirámide. El colector se asemeja al distal en cuanto al tipo de epitelio que lo constituye, además de las células principales posee muchas células intercaladas que intervienen en la homeostasis del pH sanguíneo.

VÍAS URINARIAS INTRARRENALES: CÁLICES Y PELVIS RENAL

 Son el conjunto de canales excretores que conducen la orina definitiva desde su salida del parénquima renal hasta el exterior del riñón: los cálices menores y mayores, la pelvis renal. Los cálices menores son unas estructuras visibles macroscópicamente, en forma de copa, situados en el seno renal. Recogen la orina procedente de los conductos papilares que desembocan en la papila renal (vértice agujereado de cada pirámide medular). En cada riñón hay tantos cálices menores como pirámides, es decir entre 8 y 18 aprox. Los cálices mayores, en número de 2 a 3 por riñón, conduce 6 La pelvis renal se forma por la reunión de los cálices mayores, es un reservorio con capacidad para 4-8 cm3 de orina, tiene actividad contráctil que contribuye al avance de la orina hacia el exterior. La pelvis renal tiene una porción intrarrenal, situada en el seno renal y una porción extrarrenal, a partir del hilio, que se hace progresivamente más estrecha hasta continuarse con el uréter.

EXTRARRENALES: URÉTERES, VEJIGA Y URETRA

 Son los uréteres, la vejiga urinaria, la uretra: La pelvis renal de cada riñón se continua con el uréter correspondiente éstos son dos finos conductos músculomembranosos (entre 4 y 7 mm de diámetro), retroperitoneales, que terminan en la base de la vejiga urinaria, dibujando un trayecto de entre 25 a 30 cm., con una porción abdominal y una pelviana. aorta abdominal arteria renal izquierda arteria renal derecha riñón derecho riñón izquierdo arterias testiculares uréter arteria ilíaca primitiva arteria ilíaca interna arteria ilíaca externa vejiga primer estrechamiento: unión pelvicoureteral segundo estrechamiento: estrecho de la pelvis tercer estrechamiento: entrada en la vejiga Fuente: Richard L. Drake, Wayne Vogl, Adam W. M. Mitchell. Gray anatomía para estudiantes. Elsevier 2005; pag 325, figura 4.126 En su trayecto abdominal, los uréteres descienden verticalmente, apoyados sobre la pared muscular abdominal posterior (a lo largo del músculo Psoas), recubiertos por el peritoneo. Al penetrar en la cavidad pélvica, cruzan los vasos ilíacos comunes iniciándose su trayecto pélvico. A continuación, en el hombre, los uréteres pasan por debajo de los conductos deferentes, mientas que en la mujer lo hacen por debajo de las arterias uterinas. Finalmente los dos uréteres llegan al fondo vesical donde se abocan, atraviesan la pared vesical siguiendo un trayecto oblicuo de arriba abajo y de fuera adentro. Este trayecto explica la ausencia de reflujo 7 vesicoureteral cuando la vejiga está llena, y se puede considerar una verdadera válvula fisiológica. La pared de los uréteres consta de tres capas: la mucosa, que recubre la luz del tubo, la muscular intermedia, compuesta por células musculares lisas con actividad contráctil y la serosa externa constituida a base de fibras conjuntivas La vejiga urinaria es un órgano muscular hueco situado en la cavidad pélvica, es un reservorio de orina con capacidad máxima fisiológica de hasta 800 ml, aunque en determinadas patologías puede exceder bastante este volumen. Cuando está vacía, la vejiga adopta una forma triangular de base ancha situada hacia atrás y hacia abajo, el fundus, el cuerpo vesical se estrecha hacia delante coincidiendo en su borde anterior con el borde superior de la sínfisis púbica. La cara superior (sobre la cual se apoya el útero en la mujer) es ligeramente cóncava, a no ser que contenga un gran volumen de orina (700cl aprox.), en cuyo caso, la cara superior forma una cúpula que sobrepasa la sínfisis púbica. En el fundus vesical hay tres orificios, los dos ureterales, separados por unos 4-5 cm. y el orificio uretral, punto de partida de la uretra, los tres delimitan un espacio triangular denominado trígono vesical. La capa muscular de la pared vesical está constituida por una potente red de fibras musculares lisas, músculo detrusor, que permiten una contracción uniforme de este órgano. La capa muscular está revestida interiormente por la mucosa y submucosa. El orificio uretral y el inicio de la uretra están rodeados por dos esfínteres: uno de control involuntario formado por haces del músculo pubovesical y otro de control voluntario formado por fibras del músculo transverso profundo del periné que forma parte del diafragma urogenital. La uretra femenina es un conducto de unos 3-4 cm. de longitud destinado exclusivamente a conducir la orina. Nace en la cara inferior de la vejiga, desciende describiendo un trayecto ligeramente cóncavo hacia delante, entre la sínfisis púbica por delante y la pared vaginal por detrás, desemboca en el meato uretral externo de la vulva, entre el clítoris por delante y el orificio vaginal por detrás. Poco antes del meato, la uretra atraviesa el músculo transverso profundo del periné que constituye su esfínter externo, de control voluntario. La uretra masculina tiene una longitud de entre 20-25 cm repartidos en varios segmentos: (1) uretra prostática, segmento de unos 3-4cm de longitud y 1cm de diámetro que atraviesa la próstata. (2) uretra membranosa de 1cm aprox. de longitud, que atraviesa el músculo transverso profundo del periné, el esfínter voluntario del conducto. (3) uretra esponjosa, que se dispone a todo lo largo del cuerpo esponjoso del pene, hasta el meato uretral.

SISTEMA URINARIO: FISIOLOGIA FORMACIÓN DE LA ORINA 
La Filtración glomerular (membrana de filtración), La Reabsorción tubular La Secreción tubular Agua y cloruro sódico a través de la nefrona: Efecto de las hormonas antidiurética y aldosterona. Potasio, calcio, urea e hidrogeniones a través de la nefrona. Función endocrina de los riñones

SISTEMA OSEO

El sistema óseo es una complicada y perfecta estructura que está formada básicamente por 206 huesos. Junto al sistema articular y el sistema muscular forman el aparato locomotor.
Aquí te dejamos un artículo bastante amplio sobre el sistema óseo, que puede ayudarte, cuando impartas en clases el tema sobre este sistema, En él encontrarás las funciones del sistema óseo, cómo se clasifican los huesos, y los huesos más importantes que forman el esqueleto humano.
Los huesos y otras estructuras rígidas están conectadas por ligamentos y unidas al sistema muscular a través de tendones. Otro componente del sistema óseo son los cartílagos, que complementan su estructura. En los seres humanos, por ejemplo, la nariz y orejas están sustentadas por cartílago. Algunos organismos tienen un esqueleto interno compuesto enteramente de cartílago, sin huesos calcificados, como en el caso de los tiburones.  


Funciones del sistema óseo

Los huesos cumplen tres funciones fundamentales: proporcionar sostén al organismo, constituir los segmentos móviles del sistema de palancas configurado junto a las articulaciones y músculos, brindar protección a los órganos y tejidos internos: 
  • Soporte: Los huesos proveen un cuadro rígido de soporte para los músculos y tejidos blandos.  
  • Protección: Los huesos forman varias cavidades que protegen los órganos internos de posibles traumatismos. Por ejemplo, el cráneo protege el cerebro frente a los golpes, y la caja torácica, formada por costillas y esternón protege los pulmones y el corazón.  
  • Movimiento: Gracias a los músculos que se insertan en los huesos a través de los tendones y su contracción sincronizada, se produce el movimiento. 
  • Homeostasis mineral: El tejido óseo almacena una serie de minerales, especialmente calcio y fósforo, necesarios para la contracción muscular y otras muchas funciones. Cuando son necesarios, el hueso libera dichos minerales en la sangre que los distribuye a otras partes del organismo.  
  • Producción de células sanguíneas: Dentro de cavidades situadas en ciertos huesos, un tejido conectivo denominado médula ósea roja produce las células sanguíneas rojas o hematíes mediante el proceso denominado hematopoyesis. 
  • Almacén de grasas de reserva: La médula amarilla consiste principalmente en adipocitos con unos pocos hematíes dispersos. Es una importante reserva de energía química.  

Huesos

El hueso es un órgano firme, duro y resistente que forma parte del endoesqueleto de los vertebrados. Está compuesto principalmente por tejido óseo, un tipo especializado de tejido conectivo constituido por células, y componentes extracelulares calcificados. Los huesos también poseen cubiertas de tejido conectivo (periostio) y cartílago (carilla articular), vasos, nervios, y algunos contienen tejido hematopoyético y adiposo (médula ósea).

Partes del hueso

Los huesos están unidos entre sí gracias a unas estructuras llamadas articulaciones.
Hay que tener en cuenta que los huesos no son estructuras inmóviles, se mueven unos respecto a otros. Las articulaciones posibilitan el movimiento de los huesos. Dependiendo del grado de movimiento que permiten hay tres de articulaciones:
  • Las articulaciones móviles son aquellas que permiten un movimiento amplio de los huesos (Ej.: las articulaciones de la rodilla, el codo, la cadera y el hombro).
  • Las articulaciones semimóviles son aquellas que permiten un movimiento escaso de los huesos (Ej.: las articulaciones que existen entre las vértebras que forman  la columna vertebral).
  • Las articulaciones fijas son aquellas que no permiten el movimiento de los huesos (Ej.: las articulaciones de los huesos del cráneo).Su función suele ser proteger los órganos internos a los que rodean.
Gracias a las articulaciones podemos movernos y nuestros órganos están protegidos.

Ligamentos y cartílagos

  • Los cartílagos (tejido flexible y grueso ubicado en los extremos de los huesos) protegen los huesos y les sirven de amortiguación cuando se unen y friccionan uno contra otro en las articulaciones.  El tejido que forma los cartílagos se llama tejido cartilaginoso. Podemos encontrar cartílagos en las articulaciones (facilitando el movimiento de los huesos), en las orejas, en la nariz, en la tráquea, etc.
  • Los ligamentos son unas tiras de tejido muy resistente que unen los huesos en las articulaciones móviles y semimóviles. Por ejemplo el húmero se une mediante un ligamento al radio y mediante otro ligamento al cúbito.
Podemos encontrar cartílagos en las articulaciones (facilitando el movimiento de los huesos), en las orejas, en la nariz, en la tráquea, etc.
Clasificación 
Los huesos poseen formas muy variadas y cumplen varias funciones. Con una estructura interna compleja pero muy funcional que determina su morfología, los huesos son plásticos y livianos aunque muy resistentes y duros.
 
El conjunto total y organizado de las piezas óseas (huesos) conforma el esqueleto o sistema esquelético. Cada pieza cumple una función en particular y de conjunto en relación con las piezas próximas a las que está articulada.
 
La superficie de los huesos presenta prolongaciones, protuberancias y tuberosidades, en las que se insertan los ligamentos de las articulaciones y los tendones de los músculos, y una gran variedad de irregularidades como surcos, poros y depresiones por las que discurren y penetran los vasos sanguíneos y los nervios. Están formados por tejido óseo, cartílagos, médula ósea y el periostio o membrana que rodea los huesos. 
Los huesos se clasifican según su forma en :

  • Huesos largos, son los que tienen forma de tubo alargado. Por ejemplo, el hueso más largo del cuerpo, el fémur, que se encuentra en la pierna.
  • Huesos cortos, son aquellos que también son alargados, pero cuya longitud apenas es de unos centímetros. Por ejemplo están los huesos de los dedos de la mano.
  • Huesos planos, son aquellos que tienen forma plana, por ejemplo el omoplato o los huesos que forman el cráneo.
  • Huesos irregulares, son aquellos cuya forma no permite que se clasifiquen en ninguna de las categorías anteriores. Por ejemplo los huesos de las vértebras.
Pero también según el tipo de tejido que los componen:
El tejido compacto tiene un aspecto macizo, mientras que el tejido esponjoso se caracteriza por los espacios abiertos parcialmente rellenos. Cada hueso cumple una función especial en el sistema. Los huesos no son estructuras lisas, ellos presentan protuberancias y partes rugosas.

Descripción de los huesos

 Para el estudio del esqueleto humano se consideran tres regiones:
  • Cabeza (cráneo y cara)
  • Tronco  (Columna vertebral y caja torácica)
  • Extremidades superiores (brazos, antebrazos y manos) e inferiores (muslos, piernas y pies).

Huesos de la cabeza

Para estudiar los huesos, que son 22, se pueden considerar dos partes: el cráneo y la cara.

Huesos del cráneo

Los huesos del cráneo desempeñan funciones de protección para el encéfalo son los siguientes: un frontal  un occipital situado en la región post-inferior del cráneo; dos temporales localizados uno a cada lado del cráneo a nivel de los oídos; dos parietales que se encuentran a cada lado de la cabeza hacia la parte superior por encima de los temporales; un esfenoides que se encuentra formando la base anterior del cráneo y un etmoides situado entre el frontal y el esfenoides.

Huesos de la cara

La región de la cara comprende 14 huesos que contribuyen a formar cavidades. Todos los huesos de la cara están soldados al cráneo, excepto el maxilar inferior que se articula al cráneo por una articulación móvil. Estos huesos son:
  •  Dos nasales,  dos malares, dos lagrimales o unguis, dos cornetes inferiores , dos palatinos, dos maxilares superiores, el maxilar inferior y  finalmente el vómer que forma parte del tabique nasal.



Huesos del tronco

El tronco está constituido por 58 huesos y para su estudio se consideran las partes siguientes: la columna vertebral, las costillas y el esternón.


La columna vertebral

La columna vertebral constituye el eje del cuerpo y está situada en la línea media posterior del cuerpo. Se extiende desde la base del cráneo hasta la región coxígea. Está constituida por 33 vertebras que se unen por discos cartilaginosos invertebrales. La columna vertebral está constituida por las vertebras cervicales, dorsales, lumbares, sacras y coxígeas.
Las costillas
Son huesos largos arqueados y planos que se articulan por detrás con la columna vertebral y por delante con el esternón. Son doce pares de los cuales los siete primeros forman las costillas verdaderas, pues se unen directamente al esternón. Los tres siguientes constituyen las costillas falsas, ya que no se unen al esternón sino a los cartílagos de las costillas verdaderas. Los dos últimos pares reciben el nombre de costillas flotantes porque su extremidad anterior queda libre. 


El esternón

Es un hueso plano situado por delante en la línea media del cuerpo. En el esternón se apoyan las dos clavículas y los diez primeros pares de costillas.

Huesos de las extremidades superiores

Las extremidades superiores tienen como función tomar los objetos y servir como defensa. Para estudiar los huesos de las extremidades superiores se pueden distinguir: el hombro, el brazo, el antebrazo y la mano.

Huesos del hombro

El hombro está formado por la clavícula y el omóplato. Al conjunto de huesos que forman los hombres se le conoce con el nombre de cintura escapular. 

Hueso del brazo

Esta formado por un solo hueso, el húmero. 

Huesos del antebrazo

Consta de dos huesos: el cúbito situado hacia adentro y el radio hacia afuera. 

Huesos de la mano

La mano consta de 27 huesos y está dotada de gran movilidad y agilidad. En la mano podemos diferenciar 3 regiones: el carpo, el metacarpo y los dedos.
  1.  El carpo: está formado por ocho huesos pequeños dispuestos en dos filas.
  2.  El metacarpo corresponde a la palma de la mano y esta formado por cinco huesos metacarpianos.
  3.  Los dedos que están formados por tres huesos cada uno: falange, falangina y falangeta

Huesos de las extremidades inferiores

Para estudiar los huesos de las extremidades inferiores se dividen en cuatro regiones: cadera o cintura pélvica, muslo, pierna y pie.

Huesos de la cadera o cintura pélvica

La cadera sirve de fijación a las extremidades inferiores y está formada por dos huesos grandes, los ilíacos o coxales que provienen de la soldadura de tres huesos: el ileón, el pubis y el esquión.

Hueso del muslo

Está constituido por un solo hueso, el fémur que va desde la cadera hasta la rodilla, se articula con la cavidad cotiloidea del ilíaco. 

Huesos de la pierna

Está constituida por dos huesos largos: la tibia, hacia el lado interno, y el peroné, hacia el lado externo; la rótula, que forma parte de la articulación de la rodilla

Huesos del pie

Los huesos del pie se distribuyen en tres grupos: tarso, metatarso y dedos. 
El tarso constituye el empeine del pie y comprende siete huesos: el astrágalo, que se articula con la tibia y el peroné; el calcáneo que forma el talón; el cuboides, el escafoides y los tres cuneiformes. 
El metatarso o planta del pie está formado por cinco huesos metatarsianos. 
Los dedos están formados por tres falanges cada uno, como en los dedos de la mano.
 
En el siguiente mapa conceptual verás que el aparato locomotor está formado por el sistema esquelético, las articulaciones y el sistema muscular y en él aparecen especificaciones sobre el sistema óseo.
 

SISTEMA NERVIOSO


El cerebro es tu jefe

Mientras haces un examen importante de matemáticas, sabes que tu cerebro está trabajando muy duro. Pero tu cerebro hace mucho más que limitarse a recordar fórmulas. ¿Te empiezan a sudar las manos mientras te reparten el examen? Es porque tu cerebro está funcionando. ¿Sientes un gran alivio cuando te das cuenta de que sabes la respuesta a una pregunta? Ese también es tu cerebro. Y sí, también es tu cerebro el responsable de que sueñes despierto con la gran fiesta a la que irás el próximo viernes por la noche.
El cerebro es como una computadora que controla las funciones del organismo y el sistema nervioso es como una red que envía mensajes a las partes del cuerpo. 
El cerebro es el órgano más mandón de todo el cuerpo: da órdenes prácticamente a todas las demás partes del cuerpo indicándoles qué tienen qué hacer, constantemente, independientemente de que tú seas consciente de ello o no. No solo controla lo que piensas y sientes, cómo aprendes cosas y las recuerdas y la forma en que te mueves, sino también muchas cosas de las que te das menos cuenta, como el latido del corazón, tener sueño o estar despierto.

El cerebro y el sistema nervioso en el día a día

Si te imaginas el cerebro como una computadora central que controla todas las funciones del organismo, entonces el sistema nerviosovendría a ser una red o entramado que envía mensajes en ambas direcciones entre el cerebro y las distintas partes del cuerpo. Lo hace a través de la médula espinal, la cual, partiendo del cerebro, desciende por la espalda y contiene nervios en forma de filamentos que se ramifican hacia los demás órganos y partes del cuerpo.
Cuando llega un mensaje al cerebro procedente de cualquier parte del cuerpo, el cerebro le indica al cuerpo cómo reaccionar. Por ejemplo, si tocas accidentalmente un horno caliente, los nervios de tu piel enviarán un mensaje de dolor a tu cerebro. El cerebro responde enviando un mensaje a los músculos de tu mano para que la retires. ¡Afortunadamente, esta carrera de relevos neurológicos dura mucho menos que el tiempo que se tarda en leer su descripción!

La manera en que funciona el cerebro

Teniendo en cuenta todo lo que hace, el cerebro humano es increíblemente compacto, pesando solo unas 3 libras (1.360 g). De todos modos, tiene multitud de pliegues y surcos, que le proporcionan la superficie adicional necesaria para almacenar toda la información importante sobre el cuerpo.
La médula espinal, por su parte, es un largo amasijo de tejido nervioso de unas 18 pulgadas (45 cm.) de largo y poco menos de ¾ pulgadas (2 cm.) de grosor. Se extiende desde la parte inferior del cerebro hasta el extremo inferior de la columna vertebral. A lo largo de todo su recorrido, diversos nervios se van ramificando hacia el resto del cuerpo. Éstos conforman el sistema nervioso periférico.
Tanto el cerebro como la médula espinal están protegidos por huesos; el cerebro por los huesos del cráneo, y la médula espinal, por una serie de huesos entrelazados en forma de anillo denominados vértebras que conforman la columna vertebral. Ambos están protegidos y amortiguados por capas de membranas denominadas meninges, así como por un líquido especial denominado líquido cefalorraquídeo. Este líquido ayuda a proteger al tejido nervioso, a mantenerlo sano y a eliminar sus productos de desecho.
El cerebro está compuesto por tres partes principales: el prosencéfalo (cerebro anterior), el mesencéfalo (cerebro medio) y el rombencéfalo (cerebro posterior).

El prosencéfalo

El prosencéfalo (cerebro anterior) es la parte más voluminosa y compleja del cerebro humano. Está formado por el telencéfalo — el área con todos los pliegues y surcos que se reproduce típicamente en las ilustraciones del cerebro- así como por otras estructuras que hay debajo del telencéfalo.
El telencéfalo contiene la información que, básicamente, nos convierte en lo que somos: la inteligencia, la memoria, la personalidad, las emociones, el habla y la capacidad de sentir y movernos. Ciertas áreas específicas del telencéfalo se encargan de procesar diferentes tipos de información. Se denominan lóbulos, y en total hay cuatro lóbulos: frontal, parietal, temporal y occipital.
El telencéfalo se divide en dos mitades, denominadas hemisferios, que están conectadas por la parte central mediante un haz de fibras nerviosas (el cuerpo calloso) que les permite comunicarse.
Aunque ambas mitades pueden parecer idénticas, como una imagen y su reflejo, muchos científicos creen que tienen funciones diferentes. El hemisferio izquierdo se considera lógico, analítico y objetivo. El derecho se considera más intuitivo, creativo y subjetivo. O sea que, mientras resuelves un problema de matemáticas, utilizas el hemisferio izquierdo, mientras que, cuando escuchas música, utilizas el derecho. Los científicos creen que en algunas personas predomina el hemisferio izquierdo, o el derecho, y que en otras no hay un predominio de ningún hemisferio ya que se utilizan ambos hemisferios en la misma medida.
La capa más externa del telencéfalo se denomina córtex o corteza cerebral (también conocida como "materia gris"). La información recogida por los cinco sentidos llega al cerebro a través de la médula espinal. Después, esta información se envía a otras partes del sistema nervioso para su ulterior procesamiento. Por ejemplo, cuando tocas un horno caliente, esa información no solo es procesada para que muevas la mano, sino que también es enviada a otras partes del cerebro para ayudarte a recordar que no debes volver a hacer esto.
En la parte interna del cerebro anterior se encuentran el tálamo, el hipotálamo y la hipófisis. El tálamo se encarga de enviar los mensajes procedentes de los órganos sensoriales, como los ojos, los oídos, la nariz y los dedos, a la corteza cerebral. El hipotálamo controla la temperatura del cuerpo, la sed, el apetito, los patrones de sueño y otros procesos corporales que ocurren en el organismo de forma automática. También controla la glándula pituitaria, la cual fabrica las hormonas que controlan el crecimiento, el metabolismo, el equilibrio mineral y del agua, la maduración sexual y la respuesta al estrés.

El mesencéfalo

El mesencéfalo (cerebro medio), situado debajo de la parte central del cerebro anterior, actúa a modo de maestro de ceremonias, coordinando todos los mensajes que llegan al cerebro y los que salen hacia la médula espinal.

El rombencéfalo

El rombencéfalo (cerebro la protuberancia), se encuentra debajo de la parte posterior del telencéfalo y engloba el cerebelo y la médula. El cerebelo — también denominado "pequeño cerebro", porque parece una versión a pequeña escala del cerebro, controla el equilibrio, el movimiento y la coordinación. El puente y la médula, junto con el mesencéfalo, integran el denominado tronco encefálico. El tronco encefálico recibe, envía y coordina todos los mensajes cerebrales. También controla muchas de las funciones que el cuerpo realiza automáticamente, como la respiración, la frecuencia cardíaca, la presión arterial, el tragar, la digestión y el parpadeo.

La manera en la que funciona el sistema nervioso

El funcionamiento básico del sistema nervioso depende en gran medida de una multitud de células diminutas denominadas neuronas. El cerebro contiene millones de esas células, que están especializadas en muchos tipos de funciones. Por ejemplo, las neuronas sensoriales captan información sensorial en los ojos, los oídos, la nariz, la lengua y la piel y la envían al cerebro. Las neuronas motoras transmiten mensajes procedentes del cerebro y los envían al resto del cuerpo.
Todas las neuronas se trasmiten información entre sí a través de un complejo proceso electroquímico, estableciendo conexiones entre sí que afectan la forma en que pensamos, aprendemos cosas, nos movemos y nos comportamos.

Inteligencia, aprendizaje y memoria

Cuando aprendes algo, los mensajes viajan de una neurona a otra, una y otra vez. Luego, el cerebro crea conexiones (o caminos) entre las neuronas, de manera que todo se hace más fácil y mejor.
En los niños pequeños el cerebro es sumamente adaptable. De hecho, cuando una parte del cerebro de un niño se lesiona, a menudo otra parte puede pasar a desempeñar parte de las funciones perdidas. Pero, a medida que nos hacemos mayores, al cerebro cada vez le cuesta más establecer nuevas conexiones o redes neuronales, y esto hace que nos resulte más difícil aprender tareas nuevas o cambiar pautas de conducta establecidas. Por eso muchos científicos consideran que es importante seguir planteándole retos a nuestros cerebros proponiéndonos nuevos aprendizajes y estableciendo nuevas conexiones, ya que eso nos ayudará a mantener activo al cerebro durante el resto de nuestra vida.
La memoria es otra función compleja del cerebro. Las cosas que hacemos, aprendemos y vemos se procesan primero en la corteza cerebral y luego, si esa información es lo suficientemente importante para que merezca la pena recordarla permanentemente, se envía a otras partes del cerebro (como el hipocampo y la amígdala) a fin de que la retengamos en la memoria a largo plazo. A medida que esos mensajes viajan por el cerebro, se crean conexiones (caminos) que son los fundamentos de la memoria.

Movimiento

Distintas partes del telencéfalo se encargan de mover distintas partes de cuerpo. El lado izquierdo del cerebro controla los movimientos del lado derecho del cuerpo, y el lado derecho del cerebro controla los movimientos del lado izquierdo del cuerpo. Por ejemplo, cuando das una patada a una pelota de fútbol con el pie derecho, es el hemisferio cerebral izquierdo el encargado de enviar el mensaje que te permite hacerlo.

Funciones corporales básicas

Una parte del sistema nervioso periférico denominado sistema nervioso autónomo es la encargada de controlar muchos de los procesos corporales en los que casi nunca necesitamos pensar, como la respiración, la digestión, la transpiración (o sudoración) y los temblores. El sistema nervioso autónomo está compuesto por dos subsistemas: el sistema nervioso simpático y el parasimpático.
El sistema nervioso simpático prepara al cuerpo para las respuestas rápidas en situaciones de estrés, como presenciar un robo. Cuando ocurre algo peligroso, el sistema nervioso simpático hace que el corazón bombee más deprisa para que envíe más sangre a las distintas partes del cuerpo que podrían necesitarla. También hace que las glándulas suprarrenales, ubicadas encima de los riñones, liberen adrenalina, una hormona que ayuda a proporcionar una fuerza adicional a los músculos para una huida rápida. Este proceso se denomina respuesta de "lucha o huida".
El sistema nervioso parasimpático hace justamente lo contrario; prepara al cuerpo para el descanso. También ayuda al sistema digestivo a fin de que el cuerpo pueda asimilar eficazmente los nutrientes contenidos en los alimentos que ingerimos.

Los sentidos

Tus ojos pueden ver a tu mejor amigo acercándose. Pero si no tuvieras cerebro, ni siquiera lo reconocerías. Tu pizza preferida seguro que está deliciosa. Pero si no tuvieras cerebro, tus papilas gustativas no te permitirían saber si te estás comiendo una pizza o la caja de cartón donde venía. Ninguno de los órganos sensoriales tendría ninguna utilidad sin el procesamiento de la información sensorial que tiene lugar en el cerebro.
  • Vista. Probablemente la vista nos dice muchas más cosas sobre el mundo que nos rodea que cualquier otro sentido. La luz que nos entra en los ojos proyecta una imagen invertida sobre la retina. La retina transforma la luz en señales nerviosas y las envía al cerebro. El cerebro invierte la imagen para que la veamos del derecho y nos indica qué es lo que estamos viendo.
  • Oído. Todos los sonidos que oímos son el resultado de ondas sonoras que nos entran por los oídos y nos provocan vibraciones en los tímpanos. Esas vibraciones son transferidas a lo largo de la cadena de huesecillos del oído medio y transformadas en señales nerviosas. Después la corteza cerebral procesa esas señales y nos indica qué estamos oyendo.
  • Gusto. La lengua contiene grupitos de células sensoriales denominadas papilas gustativas que reaccionan a las sustancias químicas que hay en los alimentos. Las papilas gustativas reaccionan a los sabores dulce, ácido, salado y amargo. Ellas son las encargadas de enviar mensajes a las áreas de la corteza cerebral encargadas de procesar el sabor.
  • Olfato. Las células olfativas de la mucosa que recubre el interior de los orificios nasales reaccionan a las sustancias químicas que inspiramos y envían mensajes al cerebro a través de nervios específicos. Según los expertos, el cerebro es capaz de distinguir entre más de 10.000 olores diferentes. Con una sensibilidad tan desarrollada, no es de extrañar que los investigadores sugieran que los olores están íntimamente ligados a los recuerdos.
  • Tacto. La piel contiene más de 4 millones de receptores sensoriales -mayoritariamente concentrados en los dedos, la lengua y los labios- que captan información relacionada con el tacto, la presión, la temperatura y el dolor, y la envían al cerebro para que la procese y reaccione.

Afecciones del cerebro

Puesto que el cerebro lo controla prácticamente todo, cuando hay algún problema en el cerebro, este suele ser grave y puede afectar a muchas partes del cuerpo. Las enfermedades hereditarias, los trastornos cerebrales asociados con las enfermedades mentales y los traumatismos de la cabeza pueden afectar la manera en que funciona el cerebro y alterar las actividades diarias de las demás partes del cuerpo.
A continuación indicamos algunos de los problemas que pueden afectar el cerebro:
Tumores cerebrales. Un tumor es un crecimiento provocada anormal del tejido. Un tumor cerebral puede crecer muy lentamente produciendo muy pocos síntomas hasta alcanzar un tamaño considerable. También es posible que el tumor crezca y se extienda rápidamente, provocando síntomas graves y que empeoran rápidamente.
Los tumores cerebrales pueden ser benignos o malignos. Los benignos generalmente se limitan a un área específica y se pueden curar mediante cirugía si están ubicados en lugares donde pueden extirparse sin dañar los tejidos adyacentes. Los tumores malignos son cancerosos y tienen más probabilidades de crecer y extenderse rápidamente.
Parálisis cerebral. La parálisis cerebral es el resultado de un defecto en el desarrollo o una lesión cerebral previa al nacimiento, durante el parto o durante los primeros años de vida. La parálisis cerebral afecta las áreas motoras del cerebro. Una persona con parálisis cerebral puede tener una inteligencia promedio o presentar graves retrasos del desarrollo o deficiencia mental.
La parálisis cerebral puede afectar el movimiento corporal de muchas maneras. En los casos más leves de parálisis cerebral, es posible que la persona afectada solo tenga una leve debilidad en los músculos de los brazos y las piernas. En otros casos puede haber un mayor grado de discapacidad motora -la persona puede tener problemas para hablar y para realizar movimientos básicos, como caminar.
Epilepsia. La epilepsia es una afección del sistema nervioso que puede provocar convulsiones. Las convulsiones parciales solo afectan áreas específicas del cerebro y los síntomas varían dependiendo de la ubicación del foco epiléptico. Otras convulsiones, denominadas crisis generalizadas, afectan una parte más extensa del cerebro y generalmente se asocian a movimientos descontrolados de todo el cuerpo y pérdida de conciencia. Aunque en muchos casos los médicos desconocen su causa, la epilepsia puede asociarse a lesiones, tumores o infecciones cerebrales. La tendencia a desarrollar epilepsia se puede heredar de la familia.
Dolor de cabeza. Hay muchos tipos de dolores de cabeza; los más frecuentes son:
  • la cefalea tensional (el dolor más común de todos) está provocada por la tensión muscular acumulada en la cabeza, el cuello y los hombros
  • la migraña es un dolor de cabeza fuerte y recurrente de causa poco clara
  • la cefalea en brotes suele considerarse una forma de migraña
Las migrañas pueden aparecer con o sin previo aviso y durar varias horas o días. La tendencia a tener migraña parece tener una base hereditaria. Una persona que tiene migrañas puede presentar un episodio de este tipo al exponerse a un “desencadenante” (por ejemplo, un determinado alimento), y pueden experimentar mareos, entumecimiento, náuseas, sensibilidad a la luz y/o ver líneas zigzagueantes.
Meningitis y encefalitis. Son infecciones del cerebro y la médula espinal que suelen estar provocadas por bacterias o virus. La meningitis es una inflamación de las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal, y la encefalitis, una inflamación del tejido cerebral. Ambos trastornos pueden provocar lesiones permanentes en el cerebro.
Enfermedad mental. Las enfermedades mentales engloban una amplia variedad de problemas en la forma de pensar y de funcionar que tienen algunas personas. Los expertos saben que algunas enfermedades mentales se asocian a anomalías estructurales o químicas presentes en el cerebro. Algunas enfermedades mentales se heredan, pero a pesar de que los investigadores saben que esas enfermedades son hereditarias, todavía no han logrado identificar su causa. Las lesiones cerebrales y el abuso de las drogas y el alcohol también pueden desencadenar algunas enfermedades mentales.
Los signos de las enfermedades mentales crónicas, como el trastorno bipolar o la esquizofrenia, pueden empezar a manifestarse durante la infancia. Las enfermedades mentales que pueden afectar a los adolescentes incluyen la depresión, los trastornos de la conducta alimentaria como la bulimia o la anorexia nerviosa, el trastorno obsesivo-compulsivo y las fobias.
Traumatismos craneoencefálicos. Los traumatismos craneoencefálicos se dividen en dos categorías: externos (generalmente afectan al cuero cabelludo) e internos. Los traumatismos internos pueden afectar al cráneo, los vasos sanguíneos que hay en su interior o el cerebro. Afortunadamente, en la mayoría de caídas y golpes en la cabeza solamente se lesiona el cuero cabelludo, lo que suele ser más aterrador que peligroso. Un traumatismo interno suele ser más grave porque el cráneo actúa a modo de casco protector del delicado cerebro.
Las conmociones cerebrales son un tipo de traumatismo craneoencefálico interno que causa una pérdida temporal de la función cerebral normal. Las conmociones cerebrales repetidas pueden provocar lesiones cerebrales permanentes en el cerebro. La práctica deportiva es una de las actividades en que los adolescentes sufren más conmociones cerebrales. Por lo tanto, es importante que lleves el equipo de protección apropiado cuando practiques deporte y que dejes de practicarlo cuando sufras un traumatismo craneoencefálico.